El otro día hablaba con mi amiga M. que cómo ella con todo lo que había aprendido, a veces continúa teniendo inseguridad en su crianza cuando surgen cosas nuevas.
Yo le respondí que yo, dedicándome profesionalmente al acompañamiento, también tengo inseguridades.
Y creo muy honestamente que deberíamos normalizar el sentirnos inseguros.
Criar un hijo o una hija, no se compone de un orden como un sudoku, o un ABC como cuando haces un bizcocho o montas un puzzle (nada suele encajar a la primera realmente)
Los hijos y las hijas son personas, y como tal mutan. Mutan en necesidades, en respuestas, en pensamientos… y eso a las madres y a los padres se nos hace difícil.
Queremos hijos e hijas seguros, con personalidades fuertes, brillantes… pero nos olvidamos que dudar es humano.
Sentirte insegura al criar, es sentir miedo a la pérdida de control, a que metan la pata, a no estar haciendo lo “suficiente” o lo “suficientemente bien”…
Es exigirnos por la responsabilidad que conlleva dejar un ser humano en el mundo, pero también es imposible que nunca metas la pata…
Meter la pata, crear heridas, traumas… cuánto nos preocupa que ellos no piensen de nosotras, lo que honestamente hemos pensados de nuestros padres.
Si, somos madres y padres inseguros, y esto debería alegrarnos, porque es de esta manera cómo vamos buscando las respuestas a las dificultades que nos van surgiendo.
¿Te imaginas no dudar? Cuántas cosas te hubieses perdido por el camino al pensar que lo sabes todo…
Ese libro maravilloso que te abrió los ojos, ese post que te hizo clic, ese curso que te dio un horizonte…
Ser inseguras criando no es tan malo como parece.
Lo malo es que creas lo que te dicen otros, cuando nadie vive en tu película personal…
Yo a veces en sesión, cuando surgen los miedos, las incertidumbres, los juicios ajenos, suelo hacer esta pregunta: “¿Alguna de esas personas va a venir a solucionar tu mierda?”
Porque no lo olvides… TODOS TENEMOS UNA CAJITA DE MIERDA. La cuestión es qué queremos hacer con ella…
Y si, es lógico y normal que dudes… lo complejo es si te bloqueas… yo misma he tardado meses en decidir que la IndiLetter podía ser útil. Y aquí estoy escribiéndote por primera vez con todas las inseguridades del mundo, pero haciendo lo que se hacer; y tú seguro que también sabes hacer mucho.
Tus inseguridades no tienen por qué bloquear tu maternidad, tus inseguridades no tienen por qué criar a personas adultas inseguras (ojalá una bola de cristal, o no…qué aburrida sería la vida sin sorpresas)
Tu inseguridad te va hablar de lo que necesitas (o necesitáis), pero nunca te va a hablar acerca de tu valía como madre.
La inseguridad es sana, así que cuando te asome simplemente pregúntate:
¿De qué tengo miedo?
¿Qué estoy necesitando?
¿Es verdad lo que me dicen?
Y a partir de ahí decide, porque dudar es de sabios (que no se si es una frase de un griego o de la sabiduría popular)
Espero que esta entrada te haya gustado.